Preguntas Frecuentes

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..

El 13 de julio de 1917, la Virgen dijo a los niños:

Ustedes han visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almasy habrá paz.... vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazóny la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos , Rusia se convertirá y habrá paz (el énfasis es nuestro).

(Para más información, consulte Las apariciones de la Virgen en Fátima y especialmente el libro, Fatima and the First Saturdays.)

Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la petición de consagración de Rusia y del mundo en 1984. Según la declaración oficial del Vaticano, "Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora deseaba ("Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984": "Sí se ha hecho tal y como pidió la Virgen, el 25 de marzo de 1984": Carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como cualquier otra petición ulterior, carecen de fundamento”. Mensaje de Fátima, Vatican.va).

- Después de esto, se abrió el camino para el fin de la persecución en Rusia, como Jesús prometió a Sor Lucía (mayo, 1930), y también para el retorno de la libertad religiosa en Rusia. Muchos otros países de Europa del Este han compartido también estas bendiciones.

-Este fue la primera^- de dos fases hacia la conversión de Rusia, que aún está por llegar.

Muy pocos han cumplido el deseo de la Virgen de la Comunión de reparación en Primeros Sábados.

-El cumplimiento de este deseo es lo que traerá la conversión y la paz.

El 10 de diciembre de 1925, el Niño Jesús y María vinieron a Sor Lucía para explicarle cómo se puede cumplir con la petición de la comunión de reparación en el Primeros Sábados. Jesús habló primero diciendo:

“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin que haya alguien que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Nuestra Madre entonces dijo: “Hija mía, mira mi Corazón, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di prometo ayudar a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en el primer sábado de cinco meses consecutivos, vayan a Confesión y reciban la Sagrada Comunión, reciten cinco misterios del Rosario y me acompañen por un cuarto de hora mientras meditan en los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación a mí"." (El énfasis es nuestro).

El primera promesa con respecto a los Primeros Sábados se hizo el 13 de julio de 1917. Nuestra Señora prometió la salvación de las almas y un período de paz, así como la conversión de Rusia si se cumplían sus dos deseos. Queda por cumplir un deseo, el de los Primeros Sábados. La primera promesa requiere que perseveremos en cumplir con los Primeros Sábados y no nos limitemos a hacer la devoción solo 5 veces consecutivas Primeros Sábados. Esta primera promesa también requiere que un gran número de personas cumplan los Primeros Sábados. De esta manera, podemos ayudar a reparar el daño hecho por los pecados del mundo y particularmente contra el Inmaculado Corazón de María. De esta manera también, ayudamos a eliminar lo que prohíbe una efusión de gracias a través del Inmaculado Corazón de María. En esta práctica continua de los Primeros Sábadosnos beneficiamos en gran medida a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

El 10 de diciembre de 1925, Nuestra Señora hizo una 2^da promesa de salvación para cada uno de los que hacen los cinco Primeros Sábados (Véase la negrita en la pregunta anterior). Esta 2^da promesa presupone que ya somos conscientes de la primera promesa. Con el tiempo debemos llegar a comprender que el amor a los Corazones de Jesús y María es nuestra mayor motivación para practicar esta devoción.

Hay 5 Primeros Sábados porque, como dijo Jesús a Sor Lucía (mayo, 1930), hay 5 clases de ofensas y blasfemias contra el Corazón Inmaculado de María:

1. Contra la Inmaculada Concepción de María.
2. Contra la Virginidad de María.
3. Contra la Maternidad Divina de María y su Maternidad de toda la humanidad.
4. Poner a los niños en contra de María como su Madre celestial.
5. Contra las Imágenes Sagradas de María.

La reparación a los Corazones de Jesús y María es un acto de amor y de justicia, que repara el daño causado por el pecado. Como ya se ha dicho, el Niño Jesús dijo: "ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento, y no hay quien se las quite con un acto de reparación". Podemos retirar estas espinas con actos de reparación al Inmaculado Corazón de María, no sólo por nuestros pecados, sino también por los de los demás, para poder recibir la gracia y la misericordia derramadas por el Espíritu Santo. Para una explicación más detallada, véase The Communal First Saturdays Book (disponible en inglés).

Tendría que volver a empezar el mes siguiente para poder hacer cinco Primeros Sábados. Sin embargo, aunque esos meses en los que se hizo la reparación pero no llegaron a ser cinco meses consecutivos de los Primeros Sábadossiguen teniendo un gran valor. El amor por Jesús y María nunca es en vano. La disciplina de hacer cinco veces consecutivas los Primeros Sábados proporciona una base para el hábito de asistir a misa de forma regular, además de nuestra obligación dominical. Por supuesto, nuestra práctica de los Primeros Sábados no es aceptable si no cumplimos con nuestra obligación dominical. Los Primeros Sábados también nos ayudan a formar el hábito de confesarnos regularmente.

Todas las prácticas son necesarias para completar la devoción de Los Primeros Sábados . Esto incluye la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María para cada una de las cuatro prácticas. Si te olvidas de una práctica y de la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María, debes empezar de nuevo con el siguiente Primer Sábado durante 5 consecutivos Primeros Sábados. De nuevo, nada de lo que hagamos por Jesús y María carece de valor. Con su ayuda, podemos perseverar con paciencia.

Puedes cumplir la petición de la Virgen de esta meditación en cualquier momento de los Primeros Sábados. Si es posible, un momento especial para hacerlo es inmediatamente después de la Santa Misa en la que recibimos a Jesús en la Santa Comunión. Santa Teresa de Ávila recomendaba utilizar un libro espiritual como punto de partida para la meditación. Santa Teresa de Lisieux nos dijo que su lectura preferida eran los Evangelios. En el espíritu del documento magisterial, Verbum Domini, recomendamos la antigua práctica de lectio divina como método para leer y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras relacionadas con los misterios del Rosario mientras se hace compañía a la Virgen. Hay materiales disponibles que incluyen una práctica colección de las Escrituras relacionadas con los veinte misterios del Rosario. Estos materiales también muestran cómo utilizar el lectio divina en la meditación de los misterios. Para más información, consulte los libros The Communal First Saturdays Book . y The Communal First Saturdays Book Devocionales .. También puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados. Al menos, se puede simplemente evocar alguno de los misterios del Rosario y meditarlo en compañía de la Virgen.

No hay requisitos en cuanto a los misterios que uno elige para meditar en el cumplimiento de los Primeros Sábados. Sin embargo, es recomendable tratar de abarcar todos los misterios en un periodo de tiempo. Para más información, puede leer el folleto, Cumpliendo la cuarta práctica de los primeros sábados.

La confesión es el único requisito que, de acuerdo con Nuestro Señor Jesús, puede cumplirse incluso a más de ocho días antes del Primer Sábado, "siempre que, cuando me reciban, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María". (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192). Jesús no especifica el número de días que hay que confesarse antes o después de recibirlo, pero podemos entender sus palabras en el sentido de que hay que confesarse algún día al menos una vez al mes por cada primer sábado. Esto sería coherente con la regla actual de la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria, que dice que la Confesión puede ser dentro de los 20 días anteriores o posteriores a recibir la Sagrada Comunión y realizar la obra prescrita (Manuel de Indulgencias, n. 5, 2006).

Para cumplir con la petición de cada Primer Sábado, los fieles necesitan ir a la confesión con la intención de hacer la reparación al Inmaculado Corazón de María. Si los fieles se olvidan de hacer esta intención, Jesús dijo: "Pueden hacerlo en su próxima confesión, aprovechando la primera oportunidad de confesarse" (Jesús a Sor Lucía, 15 de febrero de 1926, Fátima en palabras de Lucía, Anexo I, trans. Monjas Dominicas del Rosario Perpetuo, 1976, p. 192).

Recuerde

Para cumplir con la devoción de los Primeros Sábados en cinco ocasiones consecutivas Primeros Sábados o incluso más, las siguientes 4 acciones separadas deben ser completadas con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María:

1. Confesarse con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

2. Rezar el Rosario (5 decenas) con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

3. Recibir la Sagrada Comunión con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

4. Acompañar a la Virgen durante 15 minutos más mientras se meditan los misterios del Rosario con la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

El Los Primeros Sábados Comunitarios es un servicio parroquial programado mensual en el que los fieles pueden unirse en las cuatro prácticas solicitadas por Nuestra Señora en reparación a su Inmaculado Corazón (10 de diciembre de 1925). Las confesiones están disponibles antes de la misa. Las oraciones iniciales y el rezo del Rosario preceden a la misa que incluye la Comunión de reparación. Después de la misa sigue la meditación comunitaria durante 15 minutos en los misterios del Rosario en compañía de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esto se hace en forma de lectio divina y utilizando la Escritura relacionados con los misterios del Rosario. Los fieles utilizan un libro para seguir el servicio. De nuevo, las cuatro prácticas se realizan con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Como regalos adicionales a Nuestro Señor y Nuestra Señora, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María y las oraciones por el Santo Padre. Seguido, se recomienda realizar la devoción de la Visitación de la Imagen de la Virgen Peregrina de la Iglesia al Hogar. Al final del servicio, se pone a disposición el Escapulario de la Virgen del Carmen y se recibe como signo de consagración al Inmaculado Corazón de María.

Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un servicio a través del cual un número mucho mayor de personas puede practicar la devoción de los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábadosconsecutivos, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para nosotros y para los demás en mayor medida, y así ayudar a que se haya un periodo de paz y de salvación de las almas. Para más información, ver el folleto The Order of the Communal First Saturdays .

La forma comunitaria de los Primeros Sábados hacen posible que un número mucho mayor de personas cumpla la petición de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Esta celebración comunitaria de los Primeros Sábados ofrece una forma más fácil de cumplir las condiciones de los Primeros Sábados. Además, la celebración comunitaria ofrece un testimonio más visible de la importancia de hacer los Primeros Sábados, no sólo por cinco Primeros Sábados, sino también de forma continua. De este modo, podremos obtener las gracias de la conversión para los demás y para nosotros mismos en mayor medida, y así ayudar a que se produzca un período de paz y de salvación de las almas.

Además, Jesús dio a entender que nuestra oración tiene más poder cuando nos reunimos con otros (Mt. 18:19-20). Un gran beneficio de la Comunitario Primeros Sábados es que ponemos el Corazón Eucarístico de Jesús en medio de María. Encontramos a María antes, durante y después de la Santa Misa. Por nuestra conciencia de María, antes, durante y después de la Santa Misa, más del infinito amor y poder de la Sagrada Eucaristía puede ser liberado a nosotros porque María es el canal de gracia de Jesús.

Es urgente la celebración pública y comunitaria de los Primeros Sábados. Para más información, pulse aquí.

Para una explicación más detallada, consulte The Communal First Saturdays Book ..

Para iniciar Los Los Primeros Sábados Comunitarios, por favor, haga clic en aquí.

Es sólo por la gracia del Espíritu Santo que esta naturaleza caída es sanada del pecado. Esta sanación por medio de la gracia sólo puede ser recibida por aquellos que están dispuestos a adorar a Dios y muy especialmente a través de la verdad de la religión católica. La gracia se apoya en la naturaleza y permite a nuestro intelecto razonar más clara y profundamente sobre cosas como la ley natural con la ayuda de la verdad revelada. Además, la gracia nos proporciona las numerosas virtudes necesarias para llevar a cabo la difícil lucha por la vida. "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles..." (Sal. 127,1).

Por lo tanto, para emprender la lucha, necesitamos reflexionar sobre las verdades de nuestra Fe, y necesitamos la gracia del Espíritu Santo para sostenernos y llevarnos hasta el final. Como vimos anteriormente, los Primeros Sábados reúne poderosas formas de liturgia y devoción en las que reflexionamos sobre la verdad y por las que podemos obtener la gracia del Espíritu Santo. De hecho, la devoción de los Primeros Sábados fue una de las dos peticiones especiales de Nuestra Señora en Fátima, mencionadas anteriormente. Según San Juan Pablo II, él y los obispos del mundo cumplieron la primera petición de consagrar Rusia y el mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984. La Virgen dijo que el cumplimiento de ambas peticiones conducirá a la salvación de las almas y a un período de paz en el mundo. La paz no puede separarse de la realización de la justicia en el mundo, y la justicia no puede separarse de la garantía del derecho a la vida en el mundo. Las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio de 1917 implican que el éxito de la actividad provida es un resultado clave de la Primeros Sábados, cuando la reparación al Corazón Inmaculado de María supera las ofensas contra Ella. Es importante señalar que se presupone que la reparación se ofrece siempre en primer lugar a Dios y a su Sacratísimo Corazón y que Él es el fin de toda reparación. Recordemos que los pecados que ofenden al Corazón Inmaculado de María ofenden más a Dios que a Ella y exigen reparación. Como resultado de esta reparación, se alcanzará la justicia necesaria como condición para que surjan aquellas gracias del Espíritu Santo que permitirán que la actividad provida proteja más perfectamente la vida humana.

En el Evangelio de la vida, El Papa Juan Pablo II dijo,

 "... se necesita urgentemente una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente" (n. 100).

Parece que ha llegado el momento de reconocer que la devoción de los Primeros Sábados puede proporcionar eficazmente al movimiento provida la antorcha para hacer arder la "gran oración por la vida", como pidió el Papa Juan Pablo II.

Ya hemos visto lo que son los Primeros Sábados y lo que incluye. Nuestra Señora pidió que se hicieran cuatro acciones religiosas en reparación a su Inmaculado Corazón. Éstas son la Confesión, la recepción de la Comunión reparadora, el rezo del Rosario y una meditación separada de 15 minutos sobre los misterios del Rosario en compañía de Nuestra Señora. Cada una de estas cuatro prácticas debe hacerse con la intención de hacer reparación al Corazón Inmaculado de María. Cada una de estas prácticas es una ayuda para la actividad provida.

Sin embargo, reunir estas prácticas para los Primeros Sábados es especialmente eficaz. Estamos preparados para recibir la Sagrada Eucaristía por la recepción del sacramento de la Penitencia. Por la palabra de verdad que se medita en el Rosario, estamos dispuestos a recibir la gracia en su fuente misma en la Sagrada Eucaristía y a beneficiarnos de la presencia continua de la Sagrada Eucaristía por la meditación adicional después de la Misa.

La Virgen sabe cuál es el modo más eficaz de disponernos a recibir a su Hijo en la Sagrada Eucaristía. Las cuatro prácticas unidas en los Primeros Sábados para que la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María nos prepare para una espiritualidad cotidiana, para la labor de evangelización y, en particular, para la defensa de la vida humana.

El triunfo del movimiento Provida sobre la cultura de la muerte no puede lograrse con un mero esfuerzo humano. La cultura de la muerte tampoco se sostiene con el mero esfuerzo humano. Satanás y sus demonios buscan atacar a Dios mismo. Pero no pueden hacerlo directamente. No pueden dañar a Dios mismo directamente. Sin embargo, tratan de hacerlo a través de un ataque a la creación de Dios. Esto se hace principalmente atacando la imagen y semejanza de Dios que se encuentra en el hombre y la mujer. Una forma de hacerlo es atacando la comunidad de vida y amor basada en el matrimonio, la familia -padre, madre e hijo-, una imagen de la Santísima Trinidad. El uso del aborto y la anticoncepción son algunas de las formas particulares en que se realiza este ataque. Sin embargo, la gente puede estar en contra del aborto pero no de la anticoncepción, que en muchos casos implica el uso de un abortivo. Como abortivo, el uso del "anticonceptivo" es un pecado aún más grave que la anticoncepción. Aunque los seres humanos pueden tener sus propios motivos para realizar estos actos malvados, el diablo tiene el motivo malvado definitivo de atacar a Dios. Debemos reconocer que estamos en una guerra espiritual contra las fuerzas del mal, y la victoria no puede lograrse sin la gracia del Espíritu Santo.

Sin embargo, mientras nos esforzamos por conseguir una ley contra el aborto, hace falta más. Dios se ofende por la injusticia contra la vida humana. La reparación a Dios e incluso a las víctimas es necesaria para restablecer la justicia. Todos podemos ayudar a reparar a Dios y a los inocentes por estas graves ofensas contra la vida. Así, nuestras oraciones y obras pueden ser ofrecidas a Dios con este fin. Sólo cuando, por la gracia y la misericordia de Dios, se haya reparado suficientemente por estas ofensas, podremos obtener las gracias necesarias para la conversión de un número suficiente de pecadores que traiga una nueva era de paz y una cultura de la vida.

Sin embargo, ¿por qué es necesario hacer reparación al Inmaculado Corazón de María, especialmente a través de los Primeros Sábados? Desde una perspectiva provida, el pecado del aborto no sólo es una injusticia contra Dios y el niño inocente, sino también una injusticia contra la maternidad y la paternidad. El apoyo al aborto implica que la maternidad y la paternidad tienen poca importancia, y que se pueden ignorar las responsabilidades que conlleva la concepción de un hijo. ¿Cómo se pueden reparar estos puntos de vista y sus resultados a la Virgen?

Nuestra Señora es el modelo y la madre de todas las madres. María es nuestra Madre. Jesús nos la dio como un don desde la Cruz. ¿Somos insensibles al abuso que ha sufrido nuestra Madre? La forma en que la tratamos tiene un efecto tremendo en la forma en que consideramos la maternidad e incluso la paternidad. Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía que había cinco razones para hacer los Primeros Sábados, entre ellas, hacer reparación por los pecados contra la Inmaculada Concepción de la Virgen, su virginidad y su maternidad de Dios y de los hombres. La reparación de los pecados contra la Inmaculada Concepción de María permitiría obtener las gracias necesarias para que los hombres consideren sagrada la concepción humana. La reparación de los pecados contra la virginidad de la Virgen permite obtener las gracias necesarias para valorar la virginidad y la pureza en todas sus formas, y eliminar así los pecados que conducen al aborto. Reparando los pecados contra la Maternidad de María se obtendrían las gracias necesarias para devolver a la maternidad el lugar que le corresponde en la sociedad.

La reparación a la Virgen no es una mera devoción arbitraria, sino una exigencia de la justicia. Sin esta reparación, no podemos esperar lograr una cultura de la vida. Aunque la reparación es necesaria, no decimos que todo el mundo esté obligado a practicar los Primeros Sábados para salvarse, pero esta devoción será de gran ayuda para realizar la reparación que exige la justicia.

El primero de los cuatro medios mencionados por la Virgen para reparar a su Inmaculado Corazón con los Primeros Sábados es el sacramento de la Penitencia (Confesión o Reconciliación). Jesús instituyó este sacramento después de su resurrección principalmente como el medio ordinario para el perdón de los pecados graves, así como una ayuda regular para nuestro desarrollo espiritual, incluyendo la confesión de los pecados veniales. La recepción de la Eucaristía requiere que nos acerquemos a Jesús sin ser conscientes del pecado mortal.

Todos los pecados, mortales o veniales, contribuyen de alguna manera a atentar contra la vida. Todos los pecados presentan un obstáculo al flujo de la gracia de Dios hacia nosotros. El auténtico servicio a la vida requiere la gracia del Espíritu Santo. Por eso, todos podemos beneficiar la vida de los inocentes recibiendo el sacramento de la Penitencia.

"Si no coméis mi Cuerpo y no bebéis mi Sangre, no podéis tener la Vida en vosotros" (Jn. 6, 53). Como sacramento, la Sagrada Eucaristía nos comunica la gracia santificante, sin la cual no podemos salvarnos. La Eucaristía es la "fuente y cumbre" de nuestra vida (LG 11). Todo lo que hacemos en los Primeros Sábados se ordena a la Santa Eucaristía. Incluso la intención de Primeros Sábados, la reparación al Corazón Inmaculado de María, puede ser una condición que nos permita unirnos más estrechamente al Corazón Eucarístico de Jesús. La participación en la Sagrada Eucaristía, como "fuente y cumbre" de nuestra vida, es necesaria para adquirir la gracia que nos ayude a vencer la cultura de la muerte. Sin embargo, la Virgen desea que nos preparemos y dispongamos para recibir a su Hijo de manera más eficaz con la ayuda de los Primeros Sábados practicado por un número suficiente de fieles. De este modo, se obtendrá la victoria.

Se dice que el Rosario tiene un cuerpo y un alma. Las oraciones vocales son el cuerpo de la oración. Entre esas oraciones está el Ave María. Esta oración nos inculca profundamente que el fruto del vientre de María es bendito. Esta oración muestra que Jesús en el vientre materno requiere nuestra alabanza, y porque Jesús es Dios, esta alabanza es adoración. Esta oración también nos ayuda a considerar a todos los que están en el vientre materno con gran respeto.

El alma de la oración es la meditación de los misterios. Comenzamos el Rosario con la meditación de la Anunciación del ángel a María. María creyó en Jesús tal y como fue anunciado por el arcángel Gabriel y así comenzó la fé católica. María concibió a Jesús en su Corazón. Jesús fue concebido en el vientre de María. Dios se hizo hombre.

Además, la primera obra de misericordia de la Virgen, tras la concepción de Jesús descrita en el Evangelio, fue visitar a su pariente que también concibió un hijo. La Virgen nos muestra lo especial que es atender a las mujeres que están embarazadas.

Por último, la meditación de todos los misterios del Rosario refuerza nuestro respeto por la vida. Por ejemplo, vemos la necesidad de respetar la vida no sólo en los Misterios Gozosos, sino también al predicar Nuestro Señor un Evangelio de la Vida en los Misterios Luminosos, al sufrir el ataque a la Vida en los Misterios Dolorosos y, finalmente, al levantar Su Vida en los Misterios Gloriosos.

Pasar 15 minutos en compañía de la Virgen para meditar los misterios del Rosario sin las oraciones vocales nos ayuda a fortalecer nuestra capacidad de meditación. Descubrimos entonces que, incluso cuando rezamos el Rosario del modo ordinario, podemos meditar mejor los misterios. Cuanto mejor meditemos el Rosario, más reverenciaremos el carácter sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte. El uso de la Escritura y de la lectio divina como método de meditación de los misterios del Rosario es muy recomendable. Para una explicación más detallada, consulte el libro The Communal First Saturdays Book ..